FASE DESMOTE Y DESLINTADO

FASE DESMOTE Y DESLINTADO
En operaciones // Inicio de Ciclo 2011-2012

30.5.09

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Sobre la Agricultura Venezolana – Marzo 2007

Reinaldo Quijada - Clase Media Revolucionaria

www.clasemediarevolucionaria.org

En Venezuela, el petróleo se cultiva y la tierra se explota. Estamos buscando de manera consciente agregarle valor a nuestros recursos naturales no renovables. Hemos aprendido que las materias primas sólo adquieren verdadero valor cuando se procesan. En fin, hemos dejado de explotar el petróleo para empezar a cultivarlo. Con la tierra no sucede lo mismo, no sabemos cultivarla, seguimos explotándola. No hemos establecido una relación afectiva con ella. Este es el gran drama de nuestra agricultura.

La siembra del petróleo.

La política económica del Gobierno Nacional tiene vertientes de luz y vertientes de sombra. En un lado se encuentra la política energética y minera, la industria petrolera y petroquímica y las industrias básicas, al igual que las políticas macroeconómicas. En el otro, la política de desarrollo de una mediana y pequeña industria manufacturera y la política de desarrollo agrícola que es el tema que nos ocupa en este documento, sectores fundamentales para la diversificación de nuestra economía, para la creación intensiva de empleos y la generación de riquezas permanentes, y para el logro de un mayor bienestar social y una mejora en la calidad de vida del venezolano y de la venezolana.

En los años 90 se inició un proceso progresivo de entrega de nuestras riquezas energéticas y mineras, esta tendencia se revierte a partir del año 1999, con el triunfo del Gobierno revolucionario del Presidente Chávez, cuando se paraliza la venta de los activos del país y se inicia un extraordinario proceso de recuperación de los precios del petróleo y de la OPEP como instrumento para la defensa de la soberanía, intencionalmente debilitada y casi desintegrada en los gobiernos de Carlos Andrés Pérez y Caldera. Desde entonces son muchos los logros en estas áreas: el mandato constitucional (art. 302 de la CRBV) que señala que el Estado se reserva la actividad petrolera y otras industrias de carácter estratégico, estableciendo "la manufactura nacional de materias primas provenientes de los recursos naturales no renovables"; los acuerdos para la migración de los Convenios Operativos a las empresas mixtas con mayor control estatal; el aumento de las regalías petroleras (del 1% al 16%), en los convenios de la Faja Petrolífera del Orinoco; la creación de la Compañía Nacional de Empresas Básicas (CONIBA), con el diseño de innumerables proyectos "aguas abajo", en correspondencia con el mandato constitucional antes mencionado; la nueva Misión Revolución Energética, entre otros logros que pudiéramos enumerar. Estas acciones de gran trascendencia para el país se corresponden hoy con la nacionalización de empresas estratégicas como la Electricidad de Caracas y la CANTV. Si Venezuela ha recuperado la soberanía económica con relación al control y manejo de sus riquezas no renovables, la seguridad y la soberanía alimentarias siguen altamente comprometidas, sin signos importantes de avances.

Iguales resultados positivos se han alcanzado a través de las políticas macroeconómicas: unas inmensas reservas internacionales (US$ 36.000 MM aprox.); los recursos acumulados en el Fondo de Desarrollo Nacional (US$ 17.000 MM aprox.); el crecimiento sostenido del PIB, en los últimos 12 trimestres; la paralización de la fuga de capitales y la estabilización de la moneda, por vía del control de cambio; la disminución progresiva de las tasas activas de los intereses bancarios; la recuperación del poder adquisitivo del venezolano en términos reales (los aumentos salariales han sido superiores a la tasa de inflación en los últimos dos años) y el consecuente aumento de la capacidad de consumo; los beneficios sociales y económicos, por vía del ahorro en el gasto, que significan las misiones de educación y salud; la reciente disminución del IVA. Estos y otros resultados importantes constituyen una plataforma macroeconómica sólida para lograr impulsar unas políticas de desarrollo agrícola y de desarrollo de una industria manufacturera ligera. Estas fortalezas de nuestras bases económicas no se revierten positivamente, de manera significativa, sobre la economía real, a no ser por los ingentes recursos monetarios disponibles, cuyos volúmenes, antes que su uso eficiente, son los responsables de los escasos y frágiles avances que pueden percibirse en estos dos sectores. Hay recursos monetarios casi ilimitados, no hay políticas integrales. Nos cuesta darle proyección a la "siembra del petróleo" más allá de la misma industria petrolera. Faltan las ideas.

El ser humano factor fundamental de la agricultura.

La agricultura venezolana sufre de graves vicios estructurales de vieja data, vicios que han permanecido inalterados en los últimos años. Una inadecuada concepción de lo que debe ser un desarrollo agrícola, al igual que la carencia de políticas de Estado bien definidas, dan al traste con el innegable gran esfuerzo monetario que hace el Gobierno Nacional para impulsar su crecimiento. Se invierten grandes sumas de dinero y se hacen entregas de tierras pero sin tenerse las ideas claras de lo que debe realizarse para alcanzar ese desarrollo. El principal afectado de las pocas asertivas acciones del gobierno es el campesino venezolano que desarrolla su trabajo bajo condiciones técnicas, legales y humanas precarias.

Los logros alcanzados, en la agricultura, en estos últimos 8 años son escasos. El propio presidente Chávez lo ha reconocido en diversas oportunidades. El pasado 12 de enero, en su presentación de la "Memoria y Cuenta del año 2006", ante la Asamblea Nacional, señalaba:

"En agricultura hemos tenido una leve mejoría en algunos rubros, pero para nada estamos satisfechos, hemos hecho un gran esfuerzo pero las fallas estructurales son bastante grandes. Algo importante puedo decir, muy importante es que tenemos mucho más claro el diagnóstico de las causas de nuestro tremendo atraso en materia de producción agrícola. Sin embargo logramos algunos avances, gracias al esfuerzo productivo y gracias al esfuerzo del gobierno con los productores, al incremento del crédito, la disminución de las tasas de interés, la disminución del costo de los fertilizantes, el incremento de la producción de fertilizantes, la organización comunitaria que se ha venido incrementando, mejorando en la producción, algunos núcleos endógenos, tierras recuperadas, etc."

No hay cifras precisas, ni fidedignas sobre la actividad agrícola y esto es parte del desorden existente, sin embargo hay datos incontrovertibles con relación a la caída en la producción de varios rubros: el algodón, los granos, la caña de azúcar, la leche, la carne, el pollo, los tomates. No hay cuadros comparativos en la producción por rubro de las últimas décadas. No se reflejan cifras de producción, por ejemplo, en la Memoria y Cuenta del MAT (año 2006), donde sólo hay cifras de superficies cosechadas y créditos aprobados. Estamos en grave mora con las estadísticas, al menos con las estadísticas agrícolas. Los números que se consiguen como cifras reales de producción corresponden, muchas veces, a cifras estimadas en función de las hectáreas financiadas que no equivalen necesariamente a las sembradas y cosechadas. De hecho, nuestras instituciones del sector agrícola no tienen los recursos técnicos y humanos para corroborar si lo financiado y lo sembrado corresponden, y cuál es su relación real con lo cosechado. La experiencia y el sentido común nos señala frecuentemente que ciertas cifras no pueden ser reales ya que el aumento del área de siembra, de un determinado cultivo, en un determinado ciclo de producción, no sólo depende de la voluntad de querer hacerlo sino de diversos factores, entre ellos de una infraestructura técnica y humana indispensable que no se logra o se prepara de un día para otro y que no es de inmediata disponibilidad.

El principal logro del gobierno revolucionario ha sido sin lugar a dudas la promulgación de la Ley de Tierras, bien concebida aunque mal ejecutada. Se intervienen o expropian las tierras (previo procedimientos que establece la ley) pero no se está aplicando el pago de los impuestos prediales que ella establece por tener tierras ociosas. Posiblemente, no se tiene la capacidad técnica y humana, no estamos preparados todavía, para cobrar este tributo legal. La Ley de Tierras está bien concebida, tiene como su principal objetivo lograr que las tierras tengan una función productiva mientras busca acabar con el régimen feudal del latifundio, aunque no es su objetivo único como a veces pareciera inferirse de las confusas declaraciones oficiales. La intención del legislador pudiera resumirse en estos interesantes párrafos de la exposición de motivos:


"El régimen de evaluación del uso de las tierras y de adjudicación de las mismas constituye el núcleo del nuevo régimen agrario. El valor fundamental viene a ser la productividad de las tierras con vocación agraria. Esta concepción, no del todo nueva, pues - aún cuando de una manera menos explícita - ya existía en la Constitución de 1961, se aparta de la clásica noción del derecho de propiedad como derecho absoluto propio de los tiempos romanos. La moderna tendencia somete el derecho de propiedad a un interés social. El contenido del derecho de propiedad, con sus atributos de uso, goce y disposición, se encuentra sujeto al efectivo cumplimiento de la función social específica que el ordenamiento jurídico le atribuya."

"En el caso de las tierras con vocación agraria, su uso, goce y disposición están sujetas al efectivo cumplimiento de su función social, que viene a ser la productividad agraria. La productividad agraria viene a ser un concepto jurídico indeterminado que funge como patrón de medición de la adecuación que exista entre la tierra objeto de propiedad y su función social. Se establecen al efecto, tres niveles básicos de productividad: finca ociosa o inculta, finca mejorable y finca productiva. Las tierras calificables ociosas o incultas son aquellas que no cumplen con los requisitos mínimos de producción; en tal sentido, pueden ser objeto de intervención o expropiación agraria, y serán gravadas con un tributo; este gravamen y las eventuales intervención o expropiación sobre tierra ociosa, más que un castigo a la improductividad, procuran ser un medio a través del cual las mismas sean puestas en producción." (resaltados nuestros)

Se trata pues de un "medio" para buscar que las tierras generen riquezas. No es una ley confiscatoria, como han querido hacerla ver los voceros de la oposición y diversos medios de comunicación social, ni para la expropiación o la nacionalización de las tierras sino para tratar de organizar la producción agrícola y darle el mejor uso, el uso más productivo de acuerdo a la calidad de cada una de ellas. No castiga la producción, la incentiva. Un criterio universalmente seguido, reconoce que la tierra se tiene para producirla, es así que el hecho de tener la propiedad de una tierra o de recibirla en herencia, no da el derecho de mantenerla ociosa o improductiva. Las leyes contra las tierras improductivas o incultas existen en casi todos los países, incluyendo los de régimen capitalista. Esto hace que en Francia, por sólo dar un ejemplo, el promedio de las propiedades está en 50 hectáreas, mientras las extensiones mayores están alrededor de 400 hectáreas.

Si se han cometido diversos errores en la ejecución de la Ley de Tierras, éstos pudieran considerarse menores con relación a los beneficios que debería traer si la concepción del desarrollo agrícola fuera la correcta. Si bien la tenencia de las tierras es un elemento importante para el desarrollo de la producción agrícola, no es su elemento más crítico. De manera contradictoria, bajo un gobierno de indudable orientación socialista y humanista, no el ser humano sino el dinero y la tierra, es decir los elementos materiales, los principales parámetros de uso en las políticas agrícolas.

El ser humano es el principal elemento del desarrollo agrícola. Los ejemplos de la vida práctica que, así lo señalan, abundan. Es común observar, en el campo venezolano, como dos productores de tierras contiguas tienen productividades muy diferentes para un mismo cultivo. Esta ha sido una prédica constante de uno de los agricultores más exitosos del país, Concho Quijada. "Antes se decía – señala Concho – que quien no sirve para nada y fracasa en los estudios o en cualquier otra actividad, sirve para la agricultura", cuando la realidad indica que se necesita un hombre capaz de sentir amor y pasión la agricultura y por la tierra, estableciéndose incluso una relación afectiva entre hombre o mujer y tierra. La construcción revolucionaria y socialista que estamos impulsando pareciera, paradójicamente, desconocer este hecho; es decir, que se requiere un ser humano adecuadamente formado, en lo intelectual y lo ético, para desarrollar la agricultura. Este es un reto y una tarea que la Revolución Bolivariana y cada uno (a) de los (as) que no sentimos revolucionarios no podemos soslayar. En nuestra agricultura priva lo cuantitativo sobre lo cualitativo.

No se ha querido considerar al ser humano como el factor fundamental de la agricultura, ni tampoco entender las dificultades que significa un desarrollo social o humano. Se crean de manera simplista y, muchas veces, arbitrarias cooperativas, Fundos Zamoranos, Núcleos de Desarrollo Endógeno (NUDES) y ahora Empresas de Producción Social o Socialistas (EPS) desconociendo que estas formas de organización, si bien pueden ser las que mejor responden a una concepción socialista y humanista de la sociedad, son también las más complejas de consolidar al requerir de elevados niveles de conciencia de los individuos que las conforman. Un nuevo caso donde parece más importante la cantidad de estas cooperativas, NUDES o EPS creadas que la calidad de ellas.

Un inmenso negocio

La agricultura en Venezuela es un inmenso negocio para unos pocos que han usufructuado de los dineros del Estado, en los últimos 50 años, sin que existan, en la actualidad, signos reales de cambio. Hablamos de un tránsito del egoísmo capitalista a la ética del socialismo donde el trabajo individual se realice en función del beneficio colectivo y el beneficio de la sociedad sea uno solo para todos los individuos; sin embargo, esto no se corresponde con una realidad donde los pillos de siempre siguen usufructuando de los dineros públicos en desmedro del campesino. Nos encontramos de regreso al tema de la crisis moral y a la falta de coherencia moral que pone en peligro la permanencia en el tiempo de la Revolución Bolivariana. Es pertinente para nosotros (as), la advertencia del Presidente de Cuba, Fidel Castro, que podemos resumir con estas palabras nuestras: no pueden los Estados Unidos acabar con la Revolución Cubana pero nosotros mismos sí podemos hacerlo. La misma conclusión podríamos sacar con relación a la Revolución Venezolana.

El 05 de enero del 2006, hace más de un año, en el acto de "Participación de la apertura del período ordinario de la Asamblea Nacional", el Presidente Chávez señalaba lo siguiente:

"Les voy a poner el ejemplo del café. Los productores, 99% de los productores son pobres, ganan una miseria. ¿Qué les damos crédito? Sí, hemos incrementado los créditos, pero ¿quién se queda con la ganancia del crédito?
El intermediario, la agroindustria, si nosotros no desmontamos el sistema, el sistema nos desmonta a nosotros, el sistema económico. Eso es aplicable a cualquier rubro, algodón, no nos engañemos, no nos autoengañemos, el crédito de lo que estamos dando, la ganancia verdadera, la plusvalía, se la queda el intermediario, el capitalista pues; el campesino si acaso, a pesar de que le bajemos los intereses, a pesar de que dictemos unos cursos y unos talleres, eso no basta para romper el sistema capitalista perverso, no basta, como no basta este puño para tumbar una pared, entonces vienen los capitalistas intermediarios que conocen todo el sistema, lo diseñaron ellos, está intacto, van y le compran al productor de café y le pagan una miseria por kilo, por quintal" (
resaltados nuestros)

Pareciera no haber habido la suficiente claridad conceptual y valentía de los funcionarios responsables de la acción política agrícola del Estado para enfrentar los vicios y la corrupción. Ha faltado conocimiento pero también ha faltado voluntad. Esto es indudable. La complicidad de los funcionarios públicos, de diverso rango, reina por doquier. Se trata de un negocio multimillonario, de gran capacidad corruptora y donde los beneficiarios de ayer y de hoy, los mismos actores, no están dispuestos a perder fácilmente sus privilegios.

Sin embargo, es necesario señalar que, a la par de estos intermediarios corruptos e inmorales, hay un grupo de grandes, medianos y pequeños agricultores que son gente de trabajo y que no podemos desconocer. Hoy parece ser más fácil poner a todos los empresarios en un mismo saco que reconocer los errores que estamos cometiendo. Un caso reciente es prueba de ello: es más fácil culpar a los comerciantes de la Asociación Nacional de Supermercados y Afines (ANSA) del desabastecimiento que "mirar la viga en el ojo propio". En líneas generales, estos empresarios son gente de trabajo. Hay mucho empresario pillo, al igual que los hay honestos y trabajadores. Las generalizaciones demuestran falta de claridad y de coherencia moral. Qué son capitalistas, por supuesto, qué tienen mentalidad capitalista también, ¿y es que acaso el régimen económico del país no ha sido el capitalista? ¡Más vale que nosotros, los que somos revolucionarios y creemos en el socialismo, hagamos primero lo que debemos hacer para que después podamos exigirle, con autoridad moral, a estos empresarios capitalistas, trabajadores y honestos, que hagan más de lo que hasta ahora han hecho! Muchos de ellos responderían positivamente.

En fecha 03 de julio del año 2005, el MINEP y FONDAFA publicaron en la prensa nacional (ver recorte adjunto del Ultimas Noticias) un comunicado público donde señalaban que las once (11) empresas, allí mencionadas, le adeudaban, como agentes de retención, a FONDAFA la cantidad de Bs. 87.752.673.480,70; es decir, más de 87 millardos de bolívares, correspondiente a un solo ciclo de maíz y de arroz, con días de atraso en el pago que oscilaban entre 8 meses y 15 días, y dos meses y 18 días. El comunicado los conminaba a dar cumplimiento a los pagos pactados en los contratos celebrados entre estas empresas y FONDAFA, y les otorgaba un plazo máximo de siete (7) días hábiles para establecer contratos de pagos viables o, en caso contrario, se les excluiría del listado de empresas agroindustriales que contratan con FONDAFA y se procedería a ejercer acciones de cobro por vía judicial o extrajudicial. Termina este comunicado haciéndole "un llamado" a estas empresas para que realicen los pagos de los excedentes a los productores, los cuales – se señala – "en muchos casos tampoco han sido honrados". Unas empresas que no le pagan al Estado, mucho menos le pagan al indefenso campesino. Hoy, nos preguntamos: ¿Cuánto de estos 87 millardos recuperó el Estado? ¿Cuántos procedimientos de cobro judicial o extrajudicial se abrieron? ¿Cuánto del monto de la deuda con los campesinos se pagó? Las respuestas serían, lo sabemos, aterradoras. Una práctica muy común, desde hace más de 40 años, es que algunas de estas empresas morosas desaparecen y siguen operando y recibiendo créditos del Estado, bajo una nueva razón social. El campesino no tiene a quién cobrarle mientras el Estado y sus instituciones responsables se olvidan del asunto.

La agricultura venezolana, particularmente la que financia el Estado, está controlada por un grupo reducido de intermediarios que cumplen simultáneamente numerosas y diversas funciones: son, a la vez, agroindustria, empresas de asistencia técnica, distribuidores de insumos, comercializadoras del producto final agrícola, transportistas e, incluso, gestores de los créditos públicos agrícolas. Estas empresas han creado en las últimas tres o cuatro décadas un sistema complejo, de múltiples perversiones que requiere que el agricultor mantenga una relación de dependencia con ellas y el ciclo de explotación pueda continuar en el tiempo.

Las políticas agrícolas que adelanta el Gobierno Nacional, por lo demás bastante confusas como hemos venido señalando, se ven impactadas negativamente, en todos los casos, directa o indirectamente, por las acciones de esas empresas que frenan cualquier desarrollo sano de la agricultura venezolana. Toda política fracasará irremediablemente si no enfrentan los intereses económicos de grupo y si no se cambian las estructuras de poder que controlan nuestra agricultura. Esta tarea no se ha iniciado aún.

Un camino de sombra.

No ha habido una visión integral del problema agrícola. No se diseñan políticas, sólo se toman medidas puntuales o coyunturales. No se planifica. El Plan Integral de Producción y Desarrollo Agrícola Nacional (Plan de siembra) es una fantasía o una quimera, un "collage" de intenciones de siembra, un retazo de colcha. No se establecen interrelaciones o interfases entre los diversos cultivos. No se toma en cuenta la cadena productiva en sus tres indivisibles componentes: sector primario, transformador y producto final. No se trabaja en equipo (Ministerio de Agricultura y Tierras, Ministerio de Alimentación, Ministerio de Industrias Ligeras y Comercio y demás instituciones responsables del desarrollo agrícola y agro-industrial). Desde hace varias décadas, la agricultura venezolana está estancada y diversos cultivos han tenido retrocesos considerables que serían mayores si no existiera el inmenso caudal de recursos monetarios que se han vertido sobre la agricultura de manera desorganizada. Son múltiples las razones que intervienen en la falta de una concepción integral de la agricultura por parte de las instituciones responsables del sector:

  • El medio tropical.

El desarrollo de la agricultura en un medio tropical no es sencillo. El clima y la temperatura son inestables. Las lluvias no siguen un patrón de frecuencia bien definido. Las horas de sol son menos prolongadas con relación a la primavera y el verano de los países con clima de cuatro estaciones, lo cual disminuye el proceso fotosintético e impide una mayor productividad, incluso en cultivos tropicales como el maíz. El frío y la nieve, inexistentes en nuestros campos tropicales, constituyen una barrera natural que obstaculiza la reproducción de insectos, reduciendo los costos de producción al requerirse menores cantidades de plaguicidas o insecticidas. Todas estas dificultades o limitaciones naturales están presentes en nuestros campos.

  • La competencia externa

Un grupo reducido de grandes empresas transnacionales dominan la producción agrícola mundial. Tienen bajo su control los grandes canales de comercialización y distribución, los insumos agrícolas (fertilizantes, plaguicidas, insecticidas, alimentos balanceados, semillas certificadas, vacunas, etc.) e, incluso, los almacenes, puertos y medios de transporte. La competencia con la producción de los países en desarrollo es desleal e inmoral. Muchas veces para comprar un producto brasileño, argentino o boliviano es necesario acudir a los Estados Unidos (en el caso de América Latina) donde se encuentran ubicadas las casas matrices de estas empresas – dealers o brokers – transnacionales. Estas no sólo controlan el producto agrícola sino incluso los puertos (es emblemática la propiedad o concesión de uso de los puertos fluviales de Bolivia por parte de estas transnacionales).

El otro gran instrumento de dominación agrícola del mundo industrializado son los ingentes subsidios y los diversos tipos de recursos arancelarios o para – arancelarios que se utilizan a conveniencia para la protección de las producciones de estos países. En estos casos, muy propios de la doble moral e hipocresía del mundo capitalista, en contradicción con sus propias prédicas económicas y comerciales, la libre competencia no existe. Es significativo, el auge reciente de la producción de bio – combustibles (etanol y biodiesel) a partir de productos agrícolas como el maíz, la caña de azúcar, la soya, el sorgo o el ajonjolí, en países como los Estados Unidos, aunque también en Brasil, con el consecuente incremento de los precios internacionales de ellos. De esta manera, se privilegia, como lo ha señalado acertadamente el Presidente Chávez, la producción de mayores volúmenes de combustibles, en el afán consumista y despilfarrador de los recursos energéticos del capitalismo, sobre la producción de alimentos.

  • La infraestructura física y humana

El mediano y pequeño productor, particularmente el productor no organizado, no tiene control sobre la infraestructura industrial que se requiere para ACONDICIONAR y/o ALMACENAR el producto agrícola. Esta infraestructura industrial indispensable de MANTENIMIENTO o TRANSFORMACIÓN del producto primario se llama: desmotadora (en el caso del algodón), secadoras y silos (en el caso del maíz y otros cereales o granos), molinos (arroz), tanques de enfriamiento y pasteurizadoras o plantas de derivados (leche), centros de acopio y cavas de refrigeración (pescado), etc. Esta infraestructura industrial está, en líneas generales, en manos del intermediario que tiene, por lo tanto, agarrado "la sartén por el mango".

El desarrollo de una agricultura también requiere de técnicos debidamente formados, ética y científicamente, que acompañen al agricultor, sin los cuales un desarrollo sostenido de la agricultura no es posible.

  • La organización de los productores

La agricultura del conuco no tiene sentido, en estos casos el productor será eternamente dependiente de los intermediarios (capitalismo salvaje o feudalismo) o del apoyo del sector público (capitalismo de Estado). No es posible lograr algún nivel de rentabilidad, con la característica impredecible de la agricultura, con dos o tres hectáreas de producción o dependiendo de un solo cultivo. Los costos y las dificultades de la producción agrícola darán al traste con cualquier rentabilidad que pueda obtener el productor. En este sentido, una de las tareas más apremiantes y necesarias para avanzar en nuestro desarrollo agrícola, es coadyuvar en la organización del productor, para que ese productor unido tenga más "músculo" para la preparación de sus tierras, para negociar su producción y para comprar los insumos en volúmenes mayores que abaraten los precios o para enfrentar los mercados. Sin la organización del productor agrícola no hay desarrollo agrícola posible. El campesino aislado o solitario está condenado irremediablemente al fracaso aunque mantenga la ayuda del Estado.

  • Los canales locales de comercialización

No basta con apoyar a los agricultores en la producción primaria sino la atención del Estado debe ser a todo lo largo de la cadena productiva, mientras éste se organiza y logra su independencia. Una vez cosechado el producto agrícola, el productor no agrupado en alguna forma de organización que le permita defender sus intereses, está a merced del intermediario que es quién recibe o acopia este producto para su almacenaje, acondicionamiento o transformación. En muchos rubros, estos intermediarios compradores se ponen de acuerdo para fijar el precio de compra y suelen no respetar los "precios oficiales" fijados por las instituciones competentes. El carácter perecedero, en muchos casos de muy corto plazo (por ejemplo, la leche), de la mayoría de los productos agrícolas les facilita esta tarea, dándose con frecuencia el caso del "tómalo o déjalo", ante la indolencia cómplice o paquidérmica del Estado. A esto se le suma que, con gran frecuencia, las instituciones que administran y regulan los volúmenes de la producción agrícola suelen otorgar discrecionalmente licencias de importación, sin criterios racionales o en respuesta a intereses particulares y privados, en perjuicio de la producción nacional que, de esta manera, se queda sin mercados.

  • El costo de los insumos

Los insumos son controlados por las grandes casas transnacionales y, a nivel local, por algunas empresas que han venido creciendo excesivamente. El Gobierno Nacional y los productores organizados deben establecer alianzas con países del mundo en desarrollo como la India o la China, ajenos al control de los grandes países industrializados, cuna de esas empresas transnacionales. Estos países de economías emergentes pueden vender, a precios más justos, agro-químicos genéricos, sin las conocidas marcas comerciales de las grandes empresas o los componentes activos que se requieren para producirlos y demás insumos que requiere la producción agrícola. Otra tarea importante es lograr generar localmente la mayor cantidad de los alimentos balanceados que requiere el país, produciendo o importando las materias primas que son necesarias para su elaboración.

  • Las limitaciones científicas o técnicas.

La agricultura debe ser una agricultura tecnificada y mecanizada; en esta materia es necesaria la claridad conceptual y la inversión del Estado venezolano. La agricultura en el mundo globalizado actual para poder mantenerse o sobrevivir debe ser científicamente manejada, bien sea en un régimen de producción capitalista o socialista. La diferencia que debe establecerse con relación a la agricultura de los países desarrollados capitalistas no radica, por lo tanto, en los mecanismos técnicos de producción sino, respondiendo a una valoración ética que debe ser propia de nuestro proceso revolucionario, en la calidad de su desarrollo, éste debe ser sustentable y en apego a la protección del medio ambiente.

La investigación es indispensable para cualquier desarrollo agrícola tomando en cuenta que las experiencias en esta área son específicas a un espacio en particular y a un tiempo; es decir, a unas condiciones climatológicas, económicas, políticas y sociales particulares. En esta área, seguramente con muchas limitaciones, el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) es uno de los pocos organismos públicos, vinculados con el sector agrícola, que parece estar haciendo un trabajo eficiente.

  • Las trabas burocráticas

Cuando no se tienen las ideas claras o cuando no se tienen muchas ideas, se tienen muchos controles. La ilusoria seguridad de los controles reemplaza la falta de seguridad en los conceptos. Son innumerables los pasos que tiene que dar un agricultor que solicita un crédito agrícola a una institución del Estado o requiere hacer cualquier gestión de carácter burocrático. Estas trabas burocráticas no son gratuitas, generan costos de producción innecesarios que, en última instancia, pagamos todos (as) los (as) consumidores (as). En este sentido, la falta de conciencia de nuestros funcionarios públicos revela su ignorancia.

Es muy frecuente, el lamentable, grosero e indignante trato que el funcionario público le da al campesino que viaja, con escasos recursos económicos, desde apartados rincones de la geografía nacional hasta Caracas. Con demasiada frecuencia recibe como única respuesta un "vuelva mañana" o "le falta un recaudo, tráigalo cuando pueda". La falta del más elemental sentido de solidaridad humana y compromiso revolucionario prevalece en una inmensa cantidad de nuestros funcionarios públicos, de cualquier nivel. Al campesino sólo le queda la resignación y el desconsuelo. Una vez más volvemos sobre el tema moral.

  • Los errores conceptuales

Estos son innumerables. Daremos dos ejemplos: una de vieja data y uno muy reciente. El caso de las Juntas Nacionales Agrícolas y el caso de la política de subsidios agrícolas de reciente establecimiento por parte del Ministerio de Agricultura y Tierras.

A partir del año 2002, en cumplimiento de la Ley de Mercadeo Agrícola, se establecen las Juntas Nacionales Agrícolas para la coordinación y concertación de las cadenas agroproductivas por rubro o grupo de rubros. Poco tiempo después, muy particularmente durante el año 2006, se abandonan. Su reglamento establece, entre otros aspectos, que éstas deben ser conformadas, de manera equilibrada, por un número igual de representantes de los productores agrícolas y de la agroindustria. Desde la puesta en aplicación de la Ley, esta conformación fue siempre mal ejecutada, al darle la representación de los productores primarios a los "intermediarios" disfrazados de productores y dejando a los verdaderos productores sin representación verdadera. La mayoría de las Juntas Nacionales Agrícolas o la casi totalidad de ellas no han sido convocadas, de manera efectiva, en más de un año. Este elemento contradictorio, si bien no es un elemento fundamental, ejemplifica la falta de claridad conceptual de las políticas agrícolas del gobierno que dejan en el camino las propias "reglas de juego" establecidas poco antes.

Hace menos de un mes, al Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Agricultura y Tierras, aprobó un Programa de Subsidios Agrícolas que ha venido explicando a través de varios remitidos. Una rápida lectura pone en evidencia las contradicciones. El mecanismo de pago establece (citas textuales): 1) El subsidio está dirigido exclusivamente a los productores primarios, por lo que dicho beneficio no es para intermediarios o terceros que no posean tal carácter; 2) El MAT autorizará los establecimientos que reciben o acopian los productos agrícolas a emitir las Boletas de Recepción que indiquen la cantidad de producción arrimada por cada productor o finca (subrayados nuestros). El mecanismo de subsidio no es criticable ya que ese es un recurso de uso corriente en la agricultura pero desde su instrumentación se observa que el MAT no tiene claro el problema de los factores sociales que operan y distorsionan nuestra agricultura, particularmente, aquellos que viven y usufructúan de los recursos públicos. Una parte importante de los "establecimientos que reciben o acopian los productos agrícolas" están en manos de los "intermediarios", con lo cual podemos aplicar el dicho popular de "zamuro cuidando carne"; estos "intermediarios" son, por lo tanto, en muchos casos, los autorizados por el MAT y su reglamento a emitir las Boletas de Recepción que permitirán pagar los subsidios. Es previsible la infinidad de "producciones de papel" fraudulentas que habrá y las consecuentes "recepciones de papel" emitidas en los centros de acopio de los intermediarios.

  • Los intermediarios

De todos los problemas antes mencionados suelen hablarse y se toman algunas acciones, normalmente aisladas, con poca o ninguna eficacia. Sin embargo, del problema de los "intermediarios" no se habla casi nunca y mucho menos se enfrenta; es, a nuestro juicio, el principal freno al crecimiento de nuestra agricultura, ya que impacta negativamente sobre TODOS los aspectos, a excepción del climatológico, de un sano desarrollo agrícola. Nuestra agricultura, en líneas generales, está controlada por los "intermediarios", término genérico que pudiéramos utilizar para calificar a unas empresas que son, al mismo tiempo, agro-industria de acondicionamiento o agro-industria transformadora del producto agrícola, empresa de asistencia técnica, financista, distribuidor de insumos y comercializador e, incluso, transportista e importador. Todas las funciones en una misma empresa. Se trata de las empresas que realizan el "inmenso negocio" al cual hiciéramos referencia anteriormente y el cual ilustraremos más adelante con el ejemplo del cultivo del algodón. Se trata de un problema con múltiples aristas y que no es fácil de entender.

No se ha planificado el desarrollo de nuestra agricultura, se ha querido hacerlo, bajo una concepción simplista y reduccionista del problema agrícola, por vía de grandes desembolsos de recursos monetarios – despilfarrados en su mayoría al existir poco control sobre ellos – y de la entrega de tierras o de maquinarias. Dinero, dinero y más dinero pareciera ser la única política integral y la dura verdad. El tema del desabastecimiento y la especulación muy en boga en la actualidad es un tema realmente marginal y, en todo caso, consecuencia de muchos de los errores anteriormente mencionados.

Las loables iniciativas para el desarrollo de una agricultura sustentable y alternativa que contempla el Plan Integral de Desarrollo Agrícola Nacional 2007 – 2008 deben estimularse pero el objetivo superior de la soberanía alimentaria no puede subordinarse a estos procesos productivos necesarios pero inmensamente complejos y de lento desarrollo. Todo nuevo modelo de producción requiere de unos niveles de conciencia del hombre o de la mujer que no son fáciles de alcanzar y no pueden crearse administrativamente "desde arriba".

La realidad es que, hoy en día, 3 de cada 4 bolívares que se invierten por vía de créditos a la agricultura se hacen con recursos de la banca privada con relación al financiamiento que proviene del sector público (FONDAFA) y según las cifras del MAT. En lo que respecta al total de la inversión pública, la inversión en los Fundos Zamoranos, NUDES y EPS es aún extremadamente marginal. Si la cifra que manejamos es la correcta, el área de siembra de los Fundos Zamoranos actualmente en producción alcanza las 40.000 ha. de un total nacional estimado de más de 2 millones de hectáreas para el año 2007 (financiamiento público y privado); es decir menos del 2% del total de la superficie de siembra.

Los vicios eternos. Un caso ilustrativo: el algodón.

Los intermediarios han creado un sistema complejo, de múltiples perversiones, que requiere que el agricultor permanezca en un estado de subsistencia límite para que tenga que depender eternamente de ellos y el ciclo de explotación pueda seguir. Este intermediario mimético, de múltiples funciones, hace que cualquier política o iniciativa del Gobierno Nacional se desdibuje y dificulta la percepción de los problemas y sus soluciones. La acción de los intermediarios se extiende prácticamente a cualquier cultivo; es decir, lo que es válido para el caso del algodón, que aquí intentaremos explicar, lo es también para los demás cultivos.

Estos "intermediarios" operan, en el caso especifico del algodón, como empresas desmotadoras, empresas de asistencia técnica, distribuidores de insumos, comercializadores, transportistas y financistas directos (recursos propios) o indirectos (recursos de FONDAFA) del productor. En otras palabras estos "intermediarios" cumplen simultáneamente, en asociación o individualmente, con todas y cada una de estas funciones.

Los "intermediarios", como "empresas de asistencia técnica", son los que manejan o controlan indirectamente los recursos de FONDAFA que son entregados al campesino mediante un fideicomiso y son los que canalizan los créditos ante FONDAFA, ellos le "tramitan" el crédito al productor (estos no tienen los recursos y el conocimiento para hacer las gestiones correspondientes). El campesino, aunque recibe los recursos vía un fideicomiso, está obligado por FONDAFA a trabajar bajo el control de una empresa de asistencia técnica, ésta opera como "agente supervisor" y/o "agente de retención" ante FONDAFA. En la práctica el procedimiento es el siguiente: la empresa de asistencia técnica (que, no olvidemos, es a su vez comercializadora, desmotadora y financista alterno) compra los insumos (fertilizantes, herbicidas, insecticidas, etc.) en las casas comerciales, se los revende al campesino y este, en cambio, le entrega una "carta de retención" donde este productor autoriza a debitar de su fideicomiso el monto correspondiente que cobrará entonces la empresa de asistencia técnica.

Se logró durante un breve período, uno o dos años, un importante avance cuando el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) creó sus propias Empresas de Asistencia Técnica y el agricultor tenía esta sana alternativa. Sin embargo, esta loable iniciativa fue desmontada desde el año pasado por "enfrentamientos" frecuentes, tenemos entendido, entre las Unidades Estatales del MAT (UEMAT), responsable directo del tema agrícola y los técnicos del INIA, órgano adscrito al Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Como "agro-industria", en el caso del algodón como agro-industria desmotadora son los propietarios de los equipos de desmote del algodón, indispensables para el acondicionamiento de este producto. Mediante el desmote, el "algodón en rama" (que tiene impurezas: desde sucios hasta la semilla de algodón) se transforma en "fibra de algodón", producto que es el que procesan las hilanderías y, adicionalmente se obtiene, como sub-producto, la semilla del algodón que es una semilla oleaginosa que puede ser adquirida por las empresas aceiteras (graseras) o puede utilizarse como alimento para el ganado.

Como "distribuidores de insumos", son empresas que compran "al mayor" los diversos insumos que requiere el campesino (semilla, fertilizantes, herbicidas, insecticidas, sacos para la recolección del algodón, etc.), se los "revenden" "al detal" y, usualmente, con "sobreprecio".

Como "comercializadoras", son los que reciben el producto del campesino y que, una vez desmotado, lo venden a las empresas textiles.

Como "financistas", son los que financian al campesino cuando no reciben créditos de FONDAFA o de algún otro ente crediticio del Estado y, particularmente, mientras llegan los créditos de FONDAFA. La llegada lenta o tardía de los créditos es una eterna historia que se repite año tras año, no exenta de complicidad por parte de los funcionarios de los entes crediticios. Esta lentitud intencional es una de las tantas piezas del rompecabezas de los intermediarios que "juegan" con la desesperación del campesino. Es frecuente la entrega de créditos cuando ya pasó la época de siembra, lo cual hace predecible el resultado negativo que obtendrá, de manera irremediable, el productor. Se produce un macabro círculo vicioso cuando el campesino, en su desesperación de subsistencia, recibe el crédito (no lo rechaza) a sabiendas que no tendrá éxito en la siembra. Con frecuencia estos productores son excluidos de nuevos créditos porque no han cancelado un crédito anterior, debido a la situación antes descrita, pero también son usuales los casos que habiendo tenido una buena cosecha, es el "agente de retención", es decir el "intermediario", el que no ha hecho, de manera fraudulenta, el reembolso correspondiente. Recordemos el remitido de FONDAFA (recorte de prensa de "Ultimas Noticias") antes mencionado que refleja la deuda de la agro-industria, en su función de "agente de retención", con FONDAFA por 87 millardos de bolívares, al igual que una deuda adicional con los productores.

Como "transportistas", son los que manejan estos medios, principalmente las barcazas o chalanas para el transporte del algodón de "vega de río" y algunos medios de transporte terrestre.

Una sola empresa cumple TODAS estas funciones. En algunos casos, los "intermediarios" se unen para complementarse y mantener el control total del negocio. El campesino debe enfrentarse solo a este "empresario" de múltiples cabezas y tentáculos.

  • Principales "distorsiones" (caso algodón)
  1. Estos "intermediarios" le entregan al productor una semilla de baja calidad y cara, y, a veces, a destiempo (cuando ya pasó el período de siembra y es insensato sembrar).
  2. Compran insumos (fertilizantes, herbicidas, insecticidas, sacos de recolección, etc.) con descuentos (precios de mayorista) y venden dichos insumos con un elevado sobreprecio (por encima del precio de minorista).
  3. Entregan los insumos a destiempo o en cantidades no adecuadas, intencionalmente, para afectar la productividad.
  4. Cobran servicio de "asistencia técnica" (inexistente ya que se quiere que el productor tenga baja productividad) y "gastos administrativos".
  5. Cobran los sacos para la recolección del algodón a un precio elevado: Bs. 200/saco por el uso (alquiler). Se trata de sacos que son reciclados. Cuando el saco se daña (lo cual sucede por el desgaste natural) o se pierde, el productor debe pagar el precio del saco nuevo Bs. 2.000/saco. Precios del año 2004.
  6. Cobran un precio excesivamente alto por el "desmote" del algodón: Bs. 336/kg. versus Bs. 140/kg. (precio justo). Precios del año 2004. (fuente: información suministrada por unos de los "intermediarios", en una reunión de la Junta Nacional del Algodón; cuando valoró el costo del desmote en el "precio de la semilla" que era, en 1994, de Bs, 300/kg. + 12%; es decir Bs. 336/kg.)
  7. No siempre liquidan el algodón al precio fijado por el Gobierno Nacional (Bs. 1.200/kg, ciclo 2003 - 2004). Cobran intereses por los insumos entregados, los adelantos, conocidos como "efectivo para pago de jornales" (realmente, es dinero en efectivo o en productos de consumo masivo) para compra de alimentos hasta la fecha de entrega del algodón.
  8. Las desmotadoras reciben del campesino, lo que se llama "algodón en rama". El algodón en rama contiene aproximadamente un 34% de fibra de algodón, un 58% de semilla de algodón y un 8% de impurezas. La semilla de algodón es una oleaginosa que puede ser vendida a las plantas extractoras de aceite o vendida para alimentos para el ganado. Esta semilla de algodón tiene un precio aprox. (año 2004) en el mercado de Bs. 300/kg. Cada 1.000 kgs. de algodón en rama generan Bs. 174.000 en valor de la semilla sobre el cual el productor no recibe nada, tratándose de un sub-producto que le pertenece.
  9. Las desmotadoras le descuentan al campesino unos porcentajes de fibra de algodón superior a los porcentajes de impurezas y humedad naturales, propios del algodón. El algodón también es "castigado" en su calidad más allá de lo normal. Esto es común en cualquier cultivo cuando el producto es arrimado a los centros de recepción o acopio controlados por estos "intermediarios".
  10. No realizan el pago de la cosecha oportunamente (contra entrega del algodón en rama). Argumentan que no logran vender el algodón a los industriales hilanderos o que estos están comprando a crédito. Aunque esto puede ser en ocasiones parcialmente cierto, en muchos casos es sólo un "argumento engañoso" para no pagarle al productor o retrasar el pago.
  11. A veces no le pagan al productor una parte de su producción y cuando el productor reclama a la desmotadora se encuentra que le han cambiado el nombre ("razón social") a la empresa. La deuda queda en manos de una empresa que desaparece pero cuyo dueño es el mismo de la nueva empresa.
  12. Cuando un productor intenta independizarse, los "intermediarios" utilizan la complicidad de algunos efectivos de la Guardia Nacional para retenerles el algodón. Esta "retención" se justifica con diversos argumentos: la falta de las guías de movilización (la emisión legal de éstas es controlada por el "intermediario" con la complicidad de funcionaros de alguna de las UEMAT u otro organismo público vinculado con la agricultura) o la "desviación" por parte del campesino de un algodón financiado por el "intermediario", (aunque no lo haya sido y la retención se ampara en un supuesto, al igual que falso, intento del campesino por vender a un tercero un algodón ya "comprometido" con el intermediario).
  13. Los "intermediarios" hacen aumentos de precios, sin previo aviso, de cualquiera de los insumos y/o le cobran, al campesino, "arrebiates" que no deben. En la zona de Cabruta, utilizan ese nombre, "arrebiates", para identificar el cobro de "un montón de cosas que no han utilizado".


 

A estas "múltiples perversiones" directas, hay que añadirles otras, no menos importantes, como que los verdaderos productores agrícolas, particularmente los pequeños productores, NO TIENEN representación en las Juntas Nacionales Agrícolas (es el caso del algodón) ya que su lugar lo ocupan los "intermediarios". Las múltiples dificultades y trabas burocráticas que le imponen, bien sea para solicitar un crédito a FONDAFA o tramitar unas tierras ante el INTI. Esto para no señalar el trato desconsiderado, inhumano y vejatorio, por el cual deben pasar muchos de nuestros campesinos a los cuales se les hace venir múltiples veces a una oficina (con frecuencia son viajes a Caracas) o se le exigen excesivos recaudos.

¡Son muy frecuentes los casos en los cuales el productor, después de realizada la liquidación final de la cosecha, le debe dinero a las empresas de asistencia técnica! FONDAFA suele procesar a destiempo las solicitudes de crédito (y/o el MAT no le da inicio oportuno a este proceso), o lo que es lo mismo suele suceder que llega le época de siembra y no se otorgan los créditos. Son frecuentes los problemas con las cartas agrarias y muchos productores quedan excluidos de los créditos de FONDAFA y un sinnúmero de otros problemas como, por ejemplo, tierras con "Garantía de Permanencia" entregada por el INTI pero que se encuentran "enclavadas", dentro de otras tierras cuyos dueños no consienten en otorgar el "paso de servidumbre" que se requiere para acceder a ellas.

  • Propuestas (en el caso del algodón)


     

  1. Es indispensable fomentar la formación de cooperativas o empresas de propiedad social que le permitan al productor, así organizado, gestionar directamente ante FONDAFA los recursos que requiere. Sólo un productor organizado podrá hacerle frente a los "intermediarios".


 

  1. Como FONDAFA exige la participación de una "empresa de asistencia técnica" para tener acceso a los créditos, es necesario fomentar la formación de "cooperativas de asistencia técnica" que le presten este servicio, de manera justa, al productor.


 

  1. FONDAFA debe empezar a procesar las solicitudes de crédito con la suficiente antelación, antes de la época de siembra que es, en el caso del algodón, de julio a septiembre en tierras altas y de octubre a noviembre en tierras bajas (vega de los ríos). La misma situación sucede, con mucha frecuencia, en otros sectores, hecho que favorece al intermediario (recurso de última instancia del productor cuando el período de siembra está terminando y no "aparecen" los créditos de FONDAFA). Este retraso es, sin lugar a dudas, en muchos casos, intencional, y termina siendo parte voluntaria (complicidad) o involuntaria (burocratismo) del sistema perverso de dependencia al cual estamos haciendo referencia.


 

  1. Es necesario bajar los costos de producción. Esto puede hacerse por vía de compras del Estado (corto plazo) aunque, preferiblemente, por vía de lograr la organización del productor y su independencia con relación al "intermediario" (mediano y largo plazo). La importación de algunos "componentes activos" para formularlos localmente por parte del Estado o directamente por las cooperativas de productores (una vez estos estén organizados) en países como la India (o cualquier país que no esté controlado por las grandes transnacionales de insumos agrícolas) puede permitir disminuir, aún más, dichos costos.


 

  1. La comercialización de la fibra de algodón debe hacerse directamente, sin intermediarios, del productor algodonero al industrial hilandero. Es INDISPENSABLE que los productores organizados puedan tener la propiedad de una o varias DESMOTADORA (S). El algodón sólo puede ser comercializado si ha sido previamente desmotado.


 

  1. Debe agregársele valor a la producción agrícola. En el caso del algodón, esto pasa NECESARIAMENTE por la adquisición de una o varias desmotadoras. Es por vía de la propiedad de una desmotadora y no por vía de la adquisición de máquinas de coser para confeccionar que el productor le puede AGREGAR VALOR a su trabajo (esto último está contemplado en los planes de los Núcleos de Desarrollo Endógeno). El acceso a máquinas para hacer hilo, tela o para la confección puede ser parte de una segunda etapa del desarrollo integral del sector pero este desarrollo debe iniciarse por el control y manejo de una desmotadora por parte de los agricultores organizados en cooperativas. En líneas generales, todos los cultivos ven su desarrollo frenado porque el productor no tiene control sobre la infraestructura industrial que se requiere para ALMACENAR,
    ACONDICIONAR y/o TRANSFORMAR el producto agrícola. Las plantas procesadoras de lácteos y las plantas de maíz que forman parte del Convenio entre Venezuela e Irán es un buen ejemplo de lo que debe hacerse.


 

  1. Es necesario seguir fomentando el desarrollo agrícola, como viene haciéndose, con el apoyo de países de mayor desarrollo agrícola como Brasil, Argentina o Irán que nos permitan recuperar el tiempo perdido por años de desinversión y falta de planificación en el sector.


 

  1. Hay que enfrentar con voluntad y valentía política a los intermediarios.


 

El sistema de dominación según el cual se enriquece una minoría y la inmensa mayoría de los productores agrícolas permanecen en la miseria sólo podrá revertirse si enfrentamos a los intermediarios, si apoyamos la organización y la preparación intelectual del productor y les damos las tierras y las herramientas técnicas (equipos de almacenaje, de acondicionamiento, tractores y demás equipos de cultivo) para que este agricultor pueda independizarse. El productor no puede depender del intermediario, ni tampoco del Estado.


 

El sistema actual perverso requiere, por el contrario, queremos insistir sobre este punto, que el campesino se mantengan en una situación de subsistencia límite donde prevalezca la relación de dependencia con el intermediario.


 

Las voces de nuestros campesinos, cuando buscan expresarse con valentía, son acalladas, muchas veces, con la muerte como lo refleja, de manera dramática, la cifra de cerca de 200 campesinos asesinados en los últimos 8 años.


 

20.5.09

http://news.nationalgeographic.com/news/2009/05/090519-missing-link-found.html

 

 

 

Precios Internacionales se recuperan...

Despues de una sostenida caida a finales de 2008 y principios del 2009 los precios internacionales de la fibra de algodón se recuperan lentamente. Esperamos que un análisis exhaustivo de la estructura de costos de producción del algodón en Venezuela, ademas de un exacto y justo valor del subsidio, aunado a su oportuno pago para el ciclo que termina contribuya al re-florecimiento de la cultura del algodón…

 

Bienvenidos seran los nuevos algodoneros….

 

   

 

18.5.09

FW: Por una Politica de Compromisos Sociales

From: Alexis Adarfio [mailto:aadarfio@hotmail.com]
Sent: Monday, May 18, 2009 3:38 PM
To: noel zakur; Yumar Mendes EPSDA; Javier EPSDA; nirvia1 devera; Rafael Diaz; EPS ALGODON 1; maritza salazar rodriguez
Subject: Por una Politica de Compromisos Sociales

 

Compañeros y Compañeras, hace tiempo comparti con algunos de ustedes, las ideas abajo expresadas:
 
Unas que tienen que ver con el destino de los compromisos sociales. hoy veo con mucha alegria que en la práctica coincidimos con esa teoria. Solo le anexaria en el componente de formacion los temas COMUNAS SOCIALISTAS Y PLAN NACIONAL SIMON BOLIVAR. Por otra parte habria que hacer presupuestos de gastos tanto para talleres como cursos sobre esos temas, con facilitadores locales, regionales o de la fundacion escuela venezolana de planificacion (ver pagina web)
 
Creo que es tiempo de convertir esa practica exitosa en una Politica  Escrita para el compromiso social en la EPSDA. Vamos a involucrarnos todos y todas para presentar un producto que sea sometido a consideracion de la junta directiva y su presidente.
 
Otras sobre Moral y Luces en nuestra empresa, en este momento es fundamental crear la escuadra de lectura segun los lineamientos del Plan Revolucionario de Lectura que esta en la pagina del ministerio de cultura (hay que imprimirlos y ponerlos en el bloq). Por mi parte, estoy haciendo la gestion para obtener los 100 libros de la biblioteca popular.
 
----------- Mensaje Original --------------

De: Alexis Adarfio Marin [aadarfio@hotmail.com]
Para: jorgeblan@cantv.net [jorgeblan@cantv.net], nzakur@yahoo.es [nzakur@yahoo.es]
Cc:
Asunto: Compromiso social con moral y luces
Fecha: 10/10/2007 13:36:58
Mensaje:




From: aadarfio@hotmail.com
To: jorgeblan
Subject: RE: Rv: Re: Matriz de las Brigadas Moral y Luces
Date: Wed, 3 Oct 2007 17:05:46 +0000

Jorge recibi tus mensajes y acabo de leerlos. estaba fuera de cobertura, especificamente en El Manteco.
 
1. para formar brigadistas vamos a apoyarnos en la CVG, que esta dictando cursos cada semana, entonces planificamos la participacion de nuestros muchachos en esas actividades. Llama al Profesor Peñalver en CVG 0416.7987084 y le solicitas los cupos.
 
2. Tenemos una tarea de definir el destino de los aportes de responsabilidad social de las empresas que contraten con nuestra EPS. lo cual se estima hasta un 10 por ciento. parametro importante a la hora de evaluar ofertas.
Esta propuesta debe tener caracter de instructivo avalado en Junta directiva.
 
Propongo que evaluemos 04 destinos: Infraestructura, Dotacion, Formacion y Donaciones.
 
Infraestructura de caracter social:

  1. Escuelas,
  2. centros de salud
  3. Espacios para recreacion y deportes.
  4. Sistemas de agua potable.

Dotacion de caracter social:

  1. Pupitres, enfriadores, libros, aires acondicionado, computadores y transporte para las escuelas.
  2. Camillas de emergencia, combo basico de emergencia (estetoscopios, lamparas, etc), sueros antiofidicos, estufas, aires acondicionados, neveras, ambulancias para los centros de salud. 
  3. Canchas multiples, parques infantiles y parques tematicos, plazas, teatros, auditorios para la recreación y deportes.
  4. Bombas, tuberias, tanques, mangueras, filtros, miniplantas potabilizadoras.

Formacion Socio-Politica.

  1. Planificacion del Desarrollo Comunal.
  2. Contraloria Social.
  3. Elaboracion de Proyectos Productivos.

Donaciones

  1. Protesis
  2. Uniformes deportivos a organizaciones.
  3. Utiles deportivos.

Creo que esos son los renglones a los cuales nosotros debemos dirigir los aportes por responssabilidad social.
 
La metodologia es ir avanzando en forma espiral desde nuestra base de operaciones hasta barrer toda nuestra area de influencia. De tal manera, que nuestro primer objetivo es el poblado de Terecaya para asuntos puntuales como una escuela. ahora bien estoy revisando el estudio socioeconomico presentado por la cooperativa.
 
Vamos a intercambiar esta informacion y a mas tardar el miercoles 10 hacemos los arreglos para ir a cabruta.
 
Alexis

 


 

16.5.09

 

Ideas bajo el enfoque endógeno... del Camarada Adarfio

Hacia la Empresa Básica del Algodón…

Ideas bajo el enfoque endógeno para la desmotadora de Cabruta.

 

En primer lugar, hay que felicitar al equipo de trabajadores y trabajadoras de nuestra desmotadora por los sólidos y amplios nexos que se observan entre las comunidades y su planta. De igual manera, por los avances alcanzados en las comunidades en materia de organización y movilización. Ese es el trabajo para hacer posible la consigna  ¡CON CHAVEZ MANDA EL PUEBLO!.

Segundo, estamos en un momento estelar de la misión asignada, como es la construcción de la planta, aquí podemos abrir las compuertas de la participación del pueblo más allá de los empleos rotativos, estamos hablando de seguir promoviendo la organización para la producción.

Es posible sacar la cuenta de cuantos elementos necesitamos en la construcción: puertas, ventanas, rejas protectoras, bloques de cemento, mesas, sillas, etc. y entusiasmar a la gente de los consejos comunales para que sean ellos quienes los produzcan a través de Brigadas Productivas. Esa organización quedara para construir nuevas viviendas, sustituir los ranchos, reparar y ampliar las escuelas, viviendas existentes.

Otra cosa que podemos hacer es crear las cuadrillas de ceramistas, electricistas, pintores y pintoras, plomeros y plomeras, albañiles, jardineros y jardineras, técnicos y técnicas de refrigeración para incorporarlos a la construcción mediante contratos con los consejos comunales.

Tercero, es oportuno informar a la población sobre todos los aspectos de la cadena de algodón en operación continua: hilandería, telares, banco de semillas, viveros, aceites, talleres de confección, alimento para animales y mantenedores de las diferentes maquinarias y equipos de toda la cadena. Esto con el objeto de llevar luces que permitan que los consejos comunales activen las empresas comunales, lo cual es vital para la constitución en COMUNA.

Cuarto, como la desmotadora debe ser una escuela, todo lo que hagamos debe ser un aula: el vivero, la parcela demostrativa, el sistema de riego, el laboratorio. Un aula donde el pueblo de Cabruta comparta saberes entre ellos y con nosotros.

Indudablemente que desarrollar las ideas, tanto en la fase de construcción como en la de operación requiere la suma de muchos talentos, planes de trabajo, planes de formación socialista y recursos oportunos y suficientes.

Ante esta realidad proponemos hacer un listado de nuestros aliados:

·         Los que tienen asiento en el resto del estado pero que se han reunido, se reúnen y seguirán reuniéndose en nuestras instalaciones. De paso si son muchos deberíamos construir un espacio con varias estaciones de trabajo para que las instituciones despachen desde allí cada vez que visiten Cabruta. Es decir, un Centro del Poder Popular.

·         Los que tienen sede propias: INCES, Guardia Nacional, Marina de Guerra, Ministerio de Educación, Misión Sucre

·         Los que están fuera de Cabruta: Universidades, tecnológicos, Institutos de Investigación.

·         Los productores de algodón

·         Los consejos comunales

 

Como ideas-proyectos, damos nuestro respaldo a lo planteado por los trabajadores y trabajadoras de la Desmotadora:

·         Arborización perimetral y patio central: Utilizando especies autóctonas y la creatividad de los estudiantes, la reserva, la guardia nacional y consejos comunales. Sugerimos utilizar frutales. Como saldo organizado deben quedar constituidas brigadas ambientalistas que se integren en los consejos comunales.

·         Escuela Popular de Agricultura: que tenga como ambientes de enseñanza-aprendizaje, el vivero, la parcela demostrativa y el laboratorio. Aquí tiene cabida los productores de algodón, los estudiantes de la Misión Sucre, la Escuela Técnica de Caicara, la misión Ribas Técnica, el Tecnológico de los Llanos, la UNEFA, UNELLEZ, UDO y los del  INCES.

·         Consejo Asesor: conformado por Universidades, Productores de algodón, Consejos Comunales, Transformadores de Algodón.

·         Formación Universitaria: establecer los convenios con universidades para formar Técnicos Superiores e Ingenieros textiles, Así con Ingenieros en Algodón. Promover diplomados y especializaciones en tópicos propios de la Cadena de algodón.

·         Programa “el protagonismo en la desmotadora”: que puede tener varias manifestaciones como un Premio de Periodismo Escolar o Popular por desarrollar temas sobre Algodón en la escuela, la emisora comunitaria o los periódicos alternativos (27 de Junio de 2009), lo cual requiere un jurado. También podemos promover un Concurso de Cuentos Sobre los animales del Orinoco (Tonina, Manatí, Babas, Caimanes, etc.). Otra actividad puede ser un Concurso de Afiches para la campaña “Salvemos al Manatí”.

Compañeros y compañeras estas y otras ideas debemos debatirlas y al llegar a consenso, las presentamos a nuestro presidente para que autorice su práctica.

Atentamente,

 

Alexis Adarfio

0414 8629547

0426 7101446